Testimonio (L.L.)

 

Lo que voy a contarles me sucedió el 19 de abril y recuerdo mucho haber estar ansioso todo el día pensando en lo que podría pasarme, ¡nunca pensé que iba a tener una experiencia tan increíble y de verdad que fue increible!

Hace un par de semanas, había estado presentando síntomas en los que mi cuerpo y mi mente salían del planeta y yo interpreté esto como una señal de que estaba listo.

Al principio, tuve que pedirle a mi mente que se calmara y gracias al mantra que me dieron, lo pude lograr. A medida que surgieron las preguntas, comencé a notar que ya no era mi cuerpo, sino que era YO quien hablaba y respondía cada pregunta. Con cada pregunta, sentía que estaba descubriendo esa luz interior, la que ya había estado allí durante mucho tiempo, pero por alguna razón, nunca antes había despertado. Sintiendo que era el mismo ser y que no importaba de qué color, forma o tamaño fuera, era YO y siempre había sido YO toda mi vida, pero ahora lo sabía, sabía que estaba allí. Supe que no tenía que buscar respuestas afuera sino adentro. Supe que no podía desaparecer y que no podía perderme,

Sentí muchísimo amor, un amor puro e incondicional. Ese amor me hizo llorar, lloré con tristeza porque pensé que me habían quitado el amor hace mucho tiempo y que nunca volvería a regresar a casa. Entonces, tuve una gran necesidad de salir, como si quisiera estar afuera, y sabía que en realidad quería expandirme. Me dejé llevar y sentí que mi corazón se desbordaba, sentí que me desbordaba la luz, sentí que todo era cálido e ilimitado y solo me dejé llevar en este estado. Sentí escalofríos por unos momentos y me vestí porque mi cuerpo no dejaba de temblar. Sentí un cosquilleo agradable y estaba en todas partes, no había límites, ni tiempo ni espacio, ni personalidad, era solo YO, era Dios o lo que llamamos divino, era eso y soy eso.

Al final de la sesión, me miré en el espejo y sentí que podía ver una sola silueta, como si fuera una proyección y cuando salí de la casa para tocar una rosa, fue como si pudiera verla con una lupa y como si cada detalle de la rosa me penetrara, al tocarla era como si hubiera tocado casi toda su vitalidad.

Me sentía increíblemente cansado y me dolía el cuerpo, así que me tomé una bebida caliente y dormí como nunca antes había dormido. Cuando me acosté todavía estaba sintiendome desbordado, era tan ilimitado y hermoso que dejé fluir la sensación.

Gracias, gracias, gracias a todos y a todo!